El patio sevillano es la fusión de la arquitectura romana y, esencialmente, musulmana, pervive hoy en la cultura española como símbolo de identidad de Andalucía en general y Sevilla en particular.
Aunque nacieron en épocas precristianas con una función práctica y una estructura mucho más simple, este patio interior cobró importancia con los musulmanes. Se trataba de un espacio representativo de la riqueza y hospitalidad del dueño.
El típico patio sevillano suele disponerse tras el zaguán, siendo visible desde la calle. Tiene un perímetro cubierto y unos arcos lo separan de la zona central, que suele estar al aire libre y ser una gran entrada de luz de la casa. Ahí se disponen elementos naturales como plantas y a veces, una fuente central con agua.
Más allá del propósito decorativo, es patio gana vida en verano, cuando las personas que viven en casas con patio (pocas en la capital pero algo bastante habitual en los pueblos), hacen vida en el mismo, especialmente en la tarde noche.
Foto: Amaya Rodrigo (Flickr)