María Fernández Coronel (Sevilla 1334), también conocida como María Coronel, fue una importante aristócrata sevillana fundadora del convento de Santa Inés.
Hija de Alfonso Fernández Coronel, alguacil mayor de Sevilla y señor de Aguilar, hombre principalísimo en el consejo privado de Alfonso XI, casó con Juan de la Cerda, descendiente en línea directa de Fernando III el Santo, nieto de Guzmán el Bueno e hijo de Alonso de la Cerda.
En febrero de 1353 muere decapitado, por orden del rey Pedro, Alfonso Fernández Coronel que se había sublevado contra él en la lucha nobiliaria que se desencadenó al subir este rey al poder. Años más tarde, en 1357, muere también decapitado Juan de la Cerda, sublevado contra el rey Pedro, perdiendo María Coronel todos sus bienes, confiscados por el rey que no recuperará hasta la venida al trono de Enrique II.
Es por esta época, de los años sesenta del s. XIV en que hay que situar el suceso de la leyenda. Huyendo del acoso a que la tenía sometida el rey Pedro I, buscó refugio en un primer momento en la ermita de San Blas, existente en las inmediaciones de la iglesia de Omnium Sanctorum,1 pasando posteriormente al convento de Santa Clara de Sevilla. Para librarse de su acoso, se arrojó aceite hirviendo en la cara y pecho.
Enterrada en medio del coro de la iglesia de Santa Inés, fue encontrado su cuerpo incorrupto cuando a mediados del s. XVI efectuaron reformas, y desde entonces se le venera en Sevilla con una piedad popular que nunca ha decrecido.
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