El Convento de San Antonio de Padua está ubicado en la calle San Vicente. En la Iglesia del mismo radican las hermandades del Buen Fin y de la Pastora de San Antonio. Fue fundado por los franciscanos en el siglo XVI.
Durante la invasión francesa fue ocupado por las tropas y en 1835 el convento fue desamortizado.
La iglesia permaneció abierta a cargo de un capellán. El resto del convento se convirtió en cuartel, casa de vecinos, talleres mecánicos, una fundición de Narciso Bonaplata, viviendas y un colegio de las salesianas, que persiste en la actualidad.
En 1935, los franciscanos volvieron a ocupar la iglesia y lo que quedaba del convento.
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