Es el año 1248 y Sevilla está sitiada por un gran ejército al mando del Rey Fernando III el Santo. Es tiempo de caballeros, de trovadores y también de religiosidad. Tiempos de las Cantigas a Santa María escritas en galaico-portugués, lengua poética y trovadoresca, por Alfonso X el Sabio, educado según la tradición en Galicia como su padre.
Desde el noroeste de la península, a través de la Vía de la Plata comienza la reconquista de Sevilla. Es la vía donde está el pequeño pueblo que vio nacer Rey Fernando, Peleas de Arriba, entre Zamora y Salamanca.
En recuerdo de aquella época, en Sevilla, en el barrio de Triana, hay una calle que lleva el nombre de Pelay Correa. También la hay en las localidades de Dos Hermanas y Alcalá de Guadaira. Y en Onteniente (Valencia), donde la calle lleva el nombre de Pelayo Pérez Correa y en Calera de León (Badajoz) Pelay Pérez Correa.
Pelay Pérez Correa, también conocido como Paio Pérez Correia, nació en Braga alrededor del año 1200 y murió en 1275 en Uclés (Cuenca). Fue el 14º Gran Maestre de la Orden de Santiago y amigo de Alfonso X el Sabio y fue un personaje de auténtica leyenda. Precisamente a él se dedicó por un trovador portugués una Cantiga de escarnio o maldecir (escarnho e maldizer) en la que por su astucia se le llama Paio de maas artes.
Fue el primero en entrar en Sevilla por Triana tras conquistar la fortaleza de San Juan de Aznalfarache.
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